Un tsunami se origina por el movimiento de las placas tectónicas, específicamente cuando un terremoto submarino desplaza violentamente una gran cantidad de agua. Esto ocurre principalmente en las zonas de subducción, donde una placa tectónica se desliza debajo de otra, acumulando y liberando energía repentinamente. La energía desplaza una columna masiva de agua hacia arriba, creando una serie de olas que, al llegar a aguas poco profundas, aumentan drásticamente su altura y se vuelven destructiva